No es fácil olvidar sucesos violentos.
En algunos pasajes de mi vida aparecen desde atropellados y muertos en accidentes automovilísticos. Esos capítulos los pude presenciar a muy temprana edad logrando hacer reflexiones sobre nuestra efímera existencia en esta vida.
Sin embargo, hoy en día es interesante observar que el dolor y las desgracias ajenas pueden causar interés y extrañamente un cierto sentimiento de bienestar en el espectador, debido a que ellos están sanos y salvos ante tal desgracia ( por el momento). Y por supuesto, también se puede ganar mucho dinero con las desgracias ajenas.
Si la violencia en las calles y también dentro de los hogares no fuera suficiente, hay diversas publicaciones que circulan libremente presentándonos crímenes y mutilaciones los cuales usan como gancho para que las personas los compren impulsados por un sentimiento mórbido de ver más imágenes de lo acontecido. Estas publicaciones, que por cierto son bastante económicas, están al alcance de cualquier persona y a cualquier edad.
He llegado a conocer muchos lectores regulares de estos periódicos y que desde años lo han sido. Es curioso conocer su punto de vista de estos lectores ante los problemas sociales. Su perspectiva de ver tales situaciones están cargados de un alto sentimiento de indiferencia y silencio cuando presencian algún crimen en vivo.- que podemos hacer?… mejor hazte el que no vio nada y síguete de frente…
Conocer las desgracias ajenas no debería hacernos indiferentes, todo lo contrario, deberían enseñarnos a ser más solidarios y ayudarnos mutuamente.
“Me gustaría saber si las casas editoriales que publican nota roja, ayudan económicamente y moralmente a las familias de las víctimas que caen fulminados ante el crimen y que posteriormente son usados como insumos visuales ( FOTOS) para sus primeras planas amarillistas y así ganar dinero, lucrando con las desgracias ajenas”
Por último, estos periódicos de nota roja están siendo lectura de inspiración para miles de mexicanos capitalinos, lecturas que en su mayor parte pueden inspirar sentimientos profundos de tristeza, odio, desconfianza, ironía, morbo y enojo por las personas implicadas y por funcionarios públicos. Puras desgracias.
¿Entonces si dicen que la lectura es alimento para el alma, los periódicos de nota roja que clase de alimento son?
ROBERT RODRIGUEZ