EL COLOR GRIS DE LA ESPERANZA
Es difícil que se pueda generar un ambiente de ánimo y esperanza en un país como México, inmerso en eternas crisis financieras, dando como resultado que la mayoría de las personas vivan en pobreza y corrupción como una forma de vida.
Quienes gobiernan este país deben ser muy cuidadosos en propiciar esperanza para su población con hechos y acciones reales y no exageradas que puedan brindarles algún beneficio, porque de lo contrario, quien pudiera recaer es la secretaria de salud pública ya que no se daría abasto al recibir una sobrepoblación que enfermará gracias a las malas noticias que todos los días nos bombardean.
La esperanza es un elemento que puede generar gran movimiento y energía en quienes están vinculados a ella y cada nación la maneja como una buena estrategia de relaciones públicas. Por ejemplo, la India acaba de sumarse a la carrera espacial enviando un modulo espacial el cual investigara yacimientos de Helio 3, elemento básico para la fusión nuclear. No quiero caer en la tendencia de hacer comparaciones entre México y la India, lo único que quiero decir con esto es que gracias a estos proyectos miles de indios se sienten orgullosos de su país y por consecuencia los estudiantes seguirán con sus proyectos de investigación por el simple hecho de sentir que hay esperanza para desarrollarse en la carrera espacial.
Pienso que el fenómeno de la motivación laboral o la esperanza social en México, se mantiene atascado y no ha habido grandes cambios desde entonces, ni siquiera en el sector privado. En ese sentido no podemos quedarnos con los brazos cruzados y esperar a que surja algún milagro financiero que nos rescate de nuestra crisis económica.
Sé que es difícil encontrar una solución a nuestro panorama actual, pero podríamos considerar el camino de la educación y también el de la unión para comenzar a tener una mejor calidad de vida.
Finalmente, lo único que quiero es un país que pueda darme esperanza con logros y objetivos, y no con promesas ni con discursos políticos y mentiras, ya que todo eso provoca un ambiente de indiferencia y apatía.
Ahora comienzo a construir mi esperanza logrando poco a poco mis metas… y tu?
ROBERT RODRIGUEZ