CUANDO UN CLAVO SACA OTRO CLAVO… EL AGUJERO SE HACE MAS GRANDE.


El mundo entero esta lleno de historias de rupturas y también de nuevos comienzos. Muchas personas se niegan a reconocer la situación de cuando ya no hay nada mas que hacer ante una relación fallida. Eso suele ser bastante complicado, especialmente cuando aún quedan frescos los malos recuerdos, rencores, cosas por perdonar o cuentas pendientes por cobrar o pagar. Es interesante observar los diversos caminos de sanación que cada una de las personas elige como parte de su proceso personal de ser libres y de comenzar de nuevo en disfrutar de la vida en pareja. Y eso, es un proceso que lleva tiempo. Pero muchas personas se auto engañan creyendo que eso no es necesario, que necesitan una fuerza externa para que lo haga por ellas mismas.

Ocultar nuestras heridas que aún todavía sangran de nostalgia, sin atrevernos a sanarlas y a darles su tiempo a que cicatricen, es algo muy arriesgado. Buscar el modo de que alguien aparezca de la nada para que nos cure es muy irresponsable, o que incluso fuerzas divinas intervengan en nuestra vida y que con su varita mágica nos solucione el problema, eso es algo preocupante. Y no dudo que en muchos casos aparezcan personas extraordinarias que deseen darnos amor desinteresado, tratando de ayudarnos de forma honesta.

¿Será entonces justo el trato que les demos a esas personas y darles falsas promesas? 
¿Valdrá la pena de que esperemos sin hacer nada a que alguien venga y nos arregle la vida? 
¿Dónde entonces está nuestra responsabilidad con nosotros mismos? 
¿Por qué nos negamos a reconocer lo que está fallando en nuestras vidas y darles solución? ¿Por qué tenemos tanto miedo a conocernos? 
¿Dónde fue que aprendimos que el amor es algo que se compra, que se adquiere, que se encuentra en algún lugar, o dentro de algún cuerpo o entidad exterior?
¿Por qué creémos que el amor es como una medicina, y que debemos esperar a que alguien venga y nos la inyecte para así curar todos nuestros males? 
¿Por qué queremos ser las victimas y esperar a que llegue la persona salvadora?

Por más que queramos fingir, por buenos actores que seamos, tarde o temprano la verdad saldrá, por lo tanto no podemos dar algo que no tenemos, es decir; seria muy complicado que nuestro corazón áme cuando aún está hecho pedazos.

Victimas y salvadores, ese juego se llama codependencia, y esas historias suelen terminar en todo menos en una sana y estable relación de pareja.

Cuando buscamos que un clavo saque a otro clavo… lo mas seguro es que eso nos dolerá muchísimo.

D.B.R.R