EMOCIONES QUE CAMBIARAN TU VIDA.




Cuando fui niño me desenvolví en un ambiente en donde la discriminación y el castigo eran el pago que recibía cualquier niño que no se distinguía por sacar buenas calificaciones. Por lo contrario, la inteligencia y la memoria eran los atributos más reconocidos, atributos los cuales hacían brillar a cualquiera en el salón de clases.

Recuerdo tener compañeros que nunca lograban destacar como los más listos de la clase, (como yo), y a pesar de su “desventaja”, ellos tenían muchos amigos a su alrededor. Por lo contrario, curiosamente los niños que se hacían llamar “los más listos”, regularmente adolecían de una virtud única y a la vez enigmática; la empatía.

La empatía es una virtud nata que los seres humanos tienen desde que nacen, pero con el tiempo o la experiencia, la pierden. Solo hace falta juntar un bebe con niños llorando para que él también comience el llanto sin razón y sin explicación alguna, otro ejemplo es cuando vemos una película de drama, sin ni siquiera estar familiarizado con el actor, podemos experimentar su sufrimiento como si lo estuviéramos viviendo en carne propia. Simplemente la respuesta a todo esto es la empatía.

Recuerdo que en la primaria fui un niño responsable, pero nunca fui brillante. Conseguía buenas calificaciones, no porque fuera muy inteligente o tuviera buena memoria y retención, sino todo lo contrario, era distraído, platicaba mucho y me gustaban las bromas. Sin embargo pude destacar obteniendo buenas notas por la información que obtenía de todos lados, gracias a mis buenas relaciones personales que mantenía con casi todos mis compañeros del salón de clases, incluyendo mis compañeros inteligentes, que en su mayoría eran niñas y que quizá por mi manera de ser, mi trato o mi encanto personal ( a pesar de que me considero feo), lograba que me explicaran de una manera detallada todas mis dudas en matemáticas y una que otra de español, casi como si se empeñaran en darme clases particulares.

No crean que fui un bribón que copiaba en los exámenes con la ayuda de los demás, al contario, a pesar de que mis compañeros trataban de ayudarme, nunca me gusto copiarles, porque quería demostrarme a mí mismo que bastaba con mi propio esfuerzo.

Al verme crecer y desarrollarme con mis compañeros, pronto comencé a sentir grandes satisfacciones y todo debido a las buenas relaciones que mantuve dentro del grupo. Quizá por ello, siempre decía que la etapa que viví en la primaria fue la más feliz de mi vida.

La razón por la cual me sentía así, era que inconscientemente manejaba lo que hoy en día le llaman; INTELIGENCIA EMOCIONAL, cuyo término en pocas palabras es controlar y manejar nuestras emociones hacia los demás en las circunstancias y en el momento adecuado.

A pasar de la gran importancia que tiene en nuestras relaciones, la Inteligencia emocional es algo que todo mundo debe practicar y perfeccionar ya que nadie nos enseña eso. Debo confesar que muchas veces herí a mis compañeros con mis palabras, pero inconscientemente me acercaba a ellos para arreglar el problema lo antes posible, antes de que el problema se hiciera más grande.

Este capítulo de mi vida me hace reflexionar en que vivimos en una nueva sociedad donde las emociones están tomando mayor importancia en nuestro entorno.

Nuestras emociones es el motor que nos hace llevar a cabo todo tipo de decisiones. Las emociones son nuestro sello personal que nos hace únicos y diferentes. Las emociones transforman y cambian a las personas y también pueden cambiar naciones enteras.Las emociones pueden traernos grandes riquezas y oportunidades a nuestra vida, pero también pueden generar guerras y traernos grandes desgracias.

Las emociones influyen a diario en casi todas nuestras decisiones, desde que nos levantamos de la cama, hasta cuando decidimos si dormir o ver televisión. Incluso me atrevo a decir que hasta cuando estamos dormidos, nuestras emociones toman las riendas de lo que suceda en nuestros sueños.

Las emociones han sido inspiración de grandes artistas y también de famosos asesinos. Sin embargo cualquier emoción necesita de motivación. La motivación es el principal ingrediente para crear emociones poderosas.

Una persona que experimenta fuertes cargas de emociones, no puede existir sin algo que lo motive. En otras palabras, las emociones son hermosas, bellas y esplendorosas que nos hacen sentirnos vivos y en ocasiones muertos, pero las emociones necesitan de la motivación para existir y la motivación puede ser una de las razones por la cual la raza humana aun prevalece.

¿Entonces dime, que es lo que te motiva?

ROBERT RODRIGUEZ