CAZADOR DE ANGELES. (RELATO.- QUINTA PARTE)

Mi nombre es Soem y desde ahora todas las legiones de Ángeles saben de mi existencia…

“El único deseo de la sangre es poder dar vida y no muerte…”


Cipreses y ríos; mis favoritos. Así como el color verde que circunda la superficie de tu mundo, adornándolo con bellos colores de flores y con una esplendorosa capa vegetal. Fragancias que hipnotizan, sonidos de paz y la brisa fresca que se desprende como el respirar del cielo y de la tierra. Los animales cantan y en su canción me cuentan de lo bello que puede ser tu mundo…
A lo lejos puedo ver los Alpes imponentes y revestidos con su real corona de nieve, y su soledad y magnificencia me inspiran un profundo respeto y añoranza. Las nubes le dan la bienvenida a mi cuerpo acariciándolo con su sagrada agua fría y sensual, abrigo de escarcha y hielo que me envuelve completamente y que a mi paso se transforma en un feliz y bello rocío, cual jardinero que ama y cuida de su edén. Finalmente decido bajar desde el cielo para continuar mi camino sobre una sendero de tierra fértil y un onírico perfume a tierra mojada me recibe como a un enamorado el perfume de su amada. Enormes árboles rodean ese camino y la luz que emana desde aquella magnifica estrella llamada sol, da color y vida a ese pulcro paisaje. Y como si fuera juez de un concurso de belleza no pude evitar comparar semejante paraíso con lo que existe en mi dimensión. Y en ese momento me detuve, cerré mis ojos y me di cuenta la fortuna y el milagro de que existan lugares como este, tu dimensión.

Entre los troncos de los cipreses se podían divisar a lo lejos unos montículos gigantes de roca sólida estéticamente conglomerados unos con los otros, formando una especie de santuario natural que el mismo planeta había construido con los cataclismos que ha sufrido a través de las épocas vividas.

Al irme acercando al santuario, entre cada paso que daba escuchaba cada vez mas y mas cerca un pequeño llanto y en su timidez sollozaba una profunda tristeza difícil de cualquier consuelo.

Permití que el sonido de aquellas lágrimas me guiaran hacia donde debía ir. Al pasar unos cuantos monolitos di vuelta hacia la izquierda, camine unos treinta pasos mas y en un rincón donde daba la sombra y crecía un lecho de hierba fresca, allí estaba de rodillas aquella criatura cubriendo su rostro con unas delgadas y finas manos. Su cabello largo también ayudaba a ocultar la imagen de su llanto ante posibles pero muy remotos curiosos que pudieran observarla.
Sin decir ninguna palabra para no interrumpir su dolor, me quede observándola por largos momentos. Hasta que por fin dejo de llorar, se limpio sus lagrimas, levanto la vista y miro hacia donde yo estaba. Por fin pude ver un hermoso, joven y marchito rostro carcomido por una incesante angustia paulatina. Sin embargo a pesar de tan dolorosa carga que llevaba consigo, detrás de aquella imagen solitaria y gris, solo se trataba de una niña extraordinariamente bella de unos escasos dieciséis años. Sus ojos penetrantes taladraban los míos. Sus ojos parecían como si a través de ellos encontrara un abismo, un hoyo negro que devoraba todo a su paso sumergiendo cualquier cosa a una eterna oscuridad y desolación. Su belleza y delicada figura contrastaba con los violentos y poderosos sentimientos acumulados que había dentro de su alma. Al levantarse de su lecho permaneció tranquila ante mí, sin embargo podía sentir en ella algo diferente a lo que nunca había sentido ni visto jamás pues se trataba de que esta niña no tenia ningún Ángel que la acompañara.

En ese momento aparecieron el grupo de los seis Ángeles encargados de investigar los extraños asesinatos que anteriormente se habían suscitado. Eran los dos Gemelos y cuatro más que al parecer eran sus subordinados. Al llegar los Gemelos me saludaron con su parsimonia y peculiar forma de hablar:

Gemelos: Es un gusto para nosotros verte de nuevo Soem !!

Soem: …

Ángeles: Vete de aquí Soem, esto no es asunto tuyo- decía uno de ellos. ¡Sí, largo de aquí!- decían los otros.

Gemelos: Tranquilos compañeros míos, calmen su espíritu. Soem nos dio la pista para encontrar a este nuevo Cazador de Ángeles. Este o mejor dicho; ella es por quien venimos.

Ángel: pero después de ella ya arreglaremos cuentas pendientes contigo Soem…

Soem: Gemelos, si aprecian su vida y la de sus compañeros mas vale que huyan de este lugar. Es mi ultima advertencia…

Gemelos: Soem, gracias de nueva cuenta por tu aviso y también por la clave que nos ayudo a descifrar la pista de esta asesina. Pero nos estas subestimando, no por nada mi Reina nos envío a esta difícil y peligrosa misión.

Soem: Así parece…

Gemelos: Soem, por favor, nosotros nos encarguemos de este asunto.

Soem: …

Gemelos: Bien, explícanos pequeña: ¿Eres tu quien esta asesinando de una manera terrible a los Ángeles y también a quienes están a su cuidado?

Niña: …

Gemelos: ¿ Es que eres tu quien esta detrás de…

Ángeles: ¡ Cuidado !

En ese momento surgió un fuerte sismo que comenzó a hacer crujir las piedras del santuario. En seguida los cuatro Ángeles en pose de combate sacaron sus dagas púrpura y sus escudos Nácar, mientras que los Gemelos sin ni siquiera sacar arma o escudo alguno a pesar de que los llevaban consigo sujetos a su cinturón, permanecieron inmóviles juntando sus manos desnudas a la altura de su sien y pronunciando algunas frases en voz baja.

El sismo ceso, sin embargo la niña al ver que la calma regresaba de nuevo emitió un grito grave y gutural. Un grito el cual aterrorizo e hizo huir a toda la fauna que habitaba en el santuario y a sus alrededores.

Enseguida de eso todo quedo en silencio salvo el peculiar sonido que el viento hace al rozar con cualquier objeto a su paso. Los seis Ángeles interrumpieron el interrogatorio para mantenerse rígidos en pose de combate. Uno de ellos empuño fuertemente su daga y se abalanzo sobre la niña a una velocidad impresionante. Al asestar el primer corte con su daga la niña con un leve movimiento de cabeza lo esquivo y después aprovechando su fuerza y velocidad lo tomo por detrás con una mano sujetándolo por el cuello y con la otra sujetándolo fuertemente en su abdomen hasta arrancarle con todo y vísceras aquella parte blanda de su cuerpo.

La sangre y las entrañas de aquel desdichado volaron por todos lados. Los demás Ángeles quedaron estupefactos por aquel cruel acto. Enseguida otros dos se separaron del grupo, uno por la izquierda y otro por la derecha. Su ataque fue por los costados y a una velocidad fulminante. Metros antes de poder alcanzarla, la niña estiro sus brazos en dirección a ellos recibiéndolos con una onda de choque.- una especie de burbuja mezcla de aire y agua a presión lo que provoco que ambos Ángeles perdieran su velocidad de golpe, su equilibrio y sentido de la orientación fueran dañados lo que provoco que soltaran sus armas las cuales se estrellaron con las rocas provocando un dramático ruido, ambos Ángeles cayeron al piso y así sin protección alguna, la pequeña niña tomo a los dos por la cabeza estrellándolos mutuamente provocando un aberrante y obsceno estruendo de huesos y materia gris desparramada.

Los gemelos con los ojos cerrados y en la misma posición desde aquel sismo no se movían de su lugar. Pude percatarme del miedo y la desesperación de uno de los Ángeles que en guardia se mantenía con su daga y su escudo. Este último miraba de reojo con ansiedad a los dos gemelos que no hacían otra cosa más que estar allí sin moverse y con los ojos cerrados pronunciando frases en voz baja. Hasta que les grito a los dos: ¡ por favor, tres de los nuestros acaban de sucumbir enfrente de ustedes!...

En ese lapso la niña hizo un movimiento en forma de Z, y estiro su brazo para impactarlo en el abdomen de aquel desesperado Ángel, sin embargo sus reflejos de defensa lo salvaron puesto que alcanzo a cubrirse con ese hermoso escudo nácar el cual reveló lo fuerte que era al rechazar la potencia del golpe que emitió la niña. Cabe mencionar que cualquier tipo de protección pudo haberse hecho pedazos pero aquel golpe lo resistió exitosamente. Al momento de que el escudo rechazó el ataque de la niña, ella quizás quedo sorprendida porque descuido su brazo izquierdo lo cual el Ángel aprovecho para intentar cortarlo de un solo movimiento. Sin embargo solo logro rozarla ya que pudo quitarlo a tiempo. Esto provoco la ira de aquella linda pero salvaje niña, así que grito nuevamente y enseguida después levanto su brazo a la altura de su vista y haciendo un movimiento como si estuviera estrujando algo invisible para posteriormente invocar un terrible vendaval el cual quiso arrebatarle violentamente cualquier tipo de defensa a su enemigo. El Ángel con todas sus fuerzas se resistía cubriéndose con su escudo pero el final cedió ante aquella tempestad despojandolo de aquel hermoso broquel. Cuando llego a las manos de la niña, ella trató de romperlo con tremenda fuerza doblándolo con sus dos manos, finalmente se quebró en dos partes. Enseguida la niña ataco al Ángel lanzándole impulsivamente una de esas partes enterrándosela por el pecho. Al verlo abatido y fuera de combate por el impacto de su propio escudo, la niña lanzo la otra parte para decapitarlo, sin embargo antes de que pudiera atestar contra la cabeza del Ángel, el cacho de broquel fue interceptado por un golpe de espada emitido por uno de los Gemelos. Al hacer esto la espada así como el pedazo de escudo se rompieron en mil pedazos. Cabe mencioncionar que este fenómeno se debe a que las armas de los Ángeles no pueden atacarse ni defenderse de si mismas, si fuera este el caso, estas se romperían en mil pedazos al chocar entre si.

La niña solo hizo una ligera mueca al ver como aquel gemelo salvaba a su compañero de una muerte trágica. Segundos después adaptaba una expresión mas oscura y ensimismada que antes.

Los gemelos por fin habían roto su postura pasiva y neutral ante aquel bochornoso combate. Parándose los dos frente a ella dejando atrás sus aristocráticos modales para adoptar una postura más fría acorde a la tragedia que se estaba viviendo en esos momentos.

Pero parece que eso no le importo en absoluto a la niña ya que les dio la espalda como la adolescente malcriada que era y su fría y penetrante mirada la puso de nueva cuenta en mis ojos. Levanto su brazo lentamente y con su dedo índice me señalaba amenazante.

Por primera vez los gemelos se mostraron irritados ante aquel desplante que sufrieron. Parece que lo que mas les irrito no fue la muerte de sus compañeros, sino que hayan sido ignorados y tratados como personas invisibles.

Gemelos: Soem, no se que asuntos tengas con este demonio, puesto que solo ella te quiere a ti, sin embargo no podemos quedarnos con las manos cruzadas y esperar a ver lo que sucede, tenemos que hacerla hablar. ¡Por la Reina!

De nuevo un sangriento combate entre aquella misteriosa Cazadora y los Gemelos de las legiones de Ángeles estaba por comenzar.

Continuara….

D.B.R.R