El barco estaba ya listo junto con toda su tripulación, listo para una nueva aventura. Mi boleto ya estaba pagado, yo y mi maleta con muchas ansias de explorar nuevos mundos. Pero a pesar de lo que se creería, aquella mañana del día once a las once en punto, decidí quedarme en el puerto y observar como aquel barco que me llevaría quizás a otros continentes zarpaba sin mi. Me quede observando e imaginando como seria mi futuro si lo hubiera abordado, pero a pesar de todo, en aquel momento al escuchar atentamente mi corazón sabia que había hecho lo correcto, sabia que aun tenia cosas por hacer y que una vez terminadas quizás, solo hasta entonces quizás hubiera otro boleto para mi…
“Escucha la voz de tu corazón, ya que el nunca podrá mentirte”
D.B.R.R