CAMBIANDO CICLOS.
Así como la muerte los ciclos en los seres humanos son inevitables. Para muchos un cambio de ciclo significa una nueva oportunidad o como el ave fénix un nuevo renacimiento. Sin embargo para otros los nuevos ciclos son riesgos de no tomar, peligros de no afrontar, caminos desconocidos que hay que evitar. Muchos no se mueven de su burbuja de comodidad. Pero los nuevos cambios están a la orden del día y en cualquier momento puede surgir algún acontecimiento que nos haga movernos de la ruta ya planeada. Pero otros cambios corresponden a la voluntad de nosotros mismos por transformar nuestra realidad en una nueva vida.
Fuertes y afortunados son los que saben que quieren de la vida y trabajan día con día para lograrlo, pero mas aun son aquellos los que saben moverse a su favor cuando las circunstancias son adversas e impiden el logro de sus planes a futuro. No es fácil actuar con la cabeza fría cuando un nuevo ciclo entra en nuestra vida.
Como la frase que dice: La vida es un juego y hay que saber jugar para ganar.
Pero… ¿que es ganar? ¿Ganar que?..
Si la vida es un juego entonces disfrutémosla como niños, y tal y como lo hacen los niños si un juego torna a ser aburrido o peligroso, ¿porque no cambiar las reglas para hacerlo divertido? ¿O por qué no cambiar de juego? ¿Porque los adultos tienen tanta resistencia al cambio? ¿Por qué los adultos le llaman nuevos ciclos, nuevas etapas, nueva vida a un simple cambio de juego o de reglas? ¿Porque los adultos se asustan tanto a los cambios? Intereses, intereses, intereses o… ¿conveniencia?
Es obvio que cualquier cambio en nuestra vida implica perder o ganar, pero cuando hacemos algo diferente y dejamos de hacer lo que siempre hacíamos, crecemos, experimentamos y evolucionamos, sin olvidar lo mucho que aprenderemos.
Nunca es tarde para comenzar aquello que dejaste de hacer.
Ahora toma el timón de tu barco.
Y dime: ¿entraras aun nuevo ciclo?