DE TU PROPIA MISIÓN EN LA VIDA



   

Hay un momento donde las circunstancias de la vida nos hacen detenernos para reflexionar sobre cual es la misión o el verdadero propósito a realizar en este lapso de tiempo en que vivimos. Se han escrito ríos de tinta al respecto con libros, gurús, religiones y toda la parafernalia esotérica que se te pueda ocurrir para encontrar esa respuesta a la pregunta que llevas planteándote por muchos años; ¿Cuál es mi misión en la vida? Si bien, quizás ya hallas encontrado muchas respuestas genéricas en libros, películas, cursos o terapias, sin embargo por experiencia propia me doy cuenta de que esas respuestas genéricas ( es decir que son buenas para cualquier persona y son socialmente y políticamente aceptadas)  solo se trata de muletas que te ayudan a sostenerte en tiempos de crisis, una vez que te sientas mejor las dejas a un lado o quizás te las lleves “por si acaso”, mientras continuas buscando la respuesta que pueda por fin resolver tu conflicto de quien eres y a donde vas.

He descubierto que las respuestas a estas preguntas quizás nunca las encuentres en este momento, porque ya las has encontrado de antemano en muchas vidas anteriores a esta que estas viviendo. Aquí estamos para reafirmar, para corregir y para continuar. El aprendizaje viene en cada momento, en cada decisión o situación que se nos presenta. Si estamos atentos te darás cuenta que estás donde tienes que estar, viviendo lo que tienes que vivir y experimentado todo aquello que te reafirme, que te ayude a corregirte y que te permita continuar. Si estamos atentos descubriremos que ya de antemano elegimos acercarnos a cierto tipo de personas, a ir a cierto tipo de lugares y proyectar cierto tipo de pensamientos, todo esto ya previamente concebido por nosotros. Este fenómeno ocurre y se comprende cuando tiempo después( a veces incluso años) usando nuestra mente racional para poner las piezas del rompecabezas de nuestra vida, de pronto arrojamos la expresión de: Aaahhhh con razón esto sucedió por esto y aquello!!! Nos damos cuenta de que todo lo que parecía difícil o sin “razón o motivo alguno”  en nuestra vida, ahora se torna mas claro y comprensible, incluso hasta benéfico para nuestra propia evolución.

Tu misión ya la has trazado desde hace muchas vidas anteriores. Quizás para la mente racional esto suene a locura tener que experimentar toda una vida humana completa, desde que nace hasta que muere el cuerpo físico, SOLO para aprender una "simple" y valiosa lección, para reafirmarse, para ayudar y amar, o para descubrir el significado del sufrimiento, el dolor y la compasión. El mas grande problema es nuestra mente “racional” que intenta apresurar todo, encajar todo, medir todo y controlar todo y recibir los “beneficios tangibles” de nuestras acciones, como si el propósito de tu vida se tratase de una acción mercantil.

Causa y Efecto: A esto estamos aquí experimentando lo que resulte de nuestra actividad o inactividad. Así son las reglas de quien construyó este Universo y tenemos que adaptarnos a ello. La causa de tu Misión es el porque estas aquí en este momento con lo que eres y con lo que haces. Los efectos quizás sean los mas difíciles de comprender por esta “mente racional” que a veces actúa como si de racional no tuviera nada, pues ¿cuantas personas no actúan y piensan de manera indecente e incorrecta y esperan recompensas y beneficios por sus acciones?

Si aún crees que no sabes cual es tu misión en la vida y te sientes desorientado o confundido, yo te invito a relajarte un poco, tomate una pausa o mejor un café o la bebida que mas te guste, porque a continuación te diré algo que podría ayudarte en tu vida practica, o al menos a esbozar una pequeña sonrisa:

1.- No te hagas tanto lío, has algo que te guste hacer en este momento, ¿Qué te gustaría hacer, decir, crear o aprender ahora mismo y en este momento? Escribe eso que tienes en mente. Pinta esa pared que lleva años y que no te has decidido a terminar. Compra los boletos y haz las reservaciones y viaja a ese lugar que siempre has deseado conocer. Levanta el teléfono y haz esa llamada. Cómprate esa ropa que haga verte atractivo. No importa si nadie quiere ir al cine a ver esa película contigo, solo levántate y ve. Date una oportunidad de ser tu mismo y ser fiel a tus pensamientos e ideas, descubrirás con la marcha si es el camino correcto o hay que darle la bienvenida a otras ideas que te ayuden a ser una mejor versión de lo que eres. Todo esto es parte de tu misión en la vida, con pequeños pasos a través de ese glorioso camino, o pequeñas pinceladas para terminar ese hermoso cuadro que has comenzado a pintar desde aún antes de nacer, incluso es posible que esa pintura sea tu propia contribución al inmenso tejido cósmico que se construye y se expande a cada instante.

2.- Haz y pon en practica lo que sabes y mejor aún, lo que haces muy bien.

3.- Si tus acciones te traen una especie de calidez en tu corazón veras que vas por el buen camino. Si de lo contrario tu mente comienza a darle de vueltas a un asunto una y otra vez por lo que hiciste, si te sientes confundido, nervioso, ansioso o mal, entonces quizás no sea el camino correcto para ti.

4.- A veces dejarse llevar por la corriente funciona. Esto quizás sea veneno para los que tienen espíritu de ser líder y mente controladora. Pero dejarse llevar, a veces te lleva a expandir tu mente, tus relaciones podrían crecer mucho y quizás hasta podrías descubrir algo inexplorado en ti que te ayude a avanzar en tu misión de vida, sin olvidar que lo inexplorado y desconocido también podría ser divertido.

5.-Aprende a decir SI, y también a decir NO. Usa tu propia sabiduría para discernir cuando, como y con quien.

6.- Mantente siempre que sea posible cerca de lo que amas y los que amas. Es importante seguir nuestro propio camino, encontrar nuevas cosas y experimentar lo desconocido, pero debemos siempre de tener nuestra fuente de amor cerca de nosotros para continuar y para revitalizarnos.

7.- Recuerda que siempre, pero siempre, hay más opciones. A veces los resultados que buscamos podríamos obtenerlos de diferentes fuentes o experiencias de vida, no necesariamente en edificios o instituciones con sus reglamentos o rígidas restricciones y condiciones, incluyendo personas.

8.- Exprime de tus experiencias lo valioso de ellas. Aun cuando tus experiencias sean amargas, tienen contenido. Como el amargo limón que puedes hacer de el una sabrosa nieve de sabor.

9.- Vive tu vida y no la de los demás. Revistas y programas de chismes acerca de la farándula abundan, hablando y viviendo de la vida de los demás. Es mejor ser el protagonista de tu propia vida, aunque sea en el anonimato.

10. Siempre mantente listo al cambio. No tengas miedo por el cambio, démosle la bienvenida y aprendamos de el. Hay cosas que no podemos controlar o elegir; ¿Pero para que angustiarse de ello? Miles de almas están aquí, precisamente por experimentar algo nuevo, algo diferente.  

11.- Por ultimo, quizás esto suene un poco obscuro, pero es importante mencionarlo: Si en tus últimos momentos de vida crees que dejaste cosas pendientes, que no lograste tu objetivo, que se te fue aquella oportunidad de oro tan anhelada en el pasado; recuerda que siempre hay una segunda oportunidad.

Disfruta tu viaje.

D.B.R.R