DE LA DESTRUCCIÓN A LA TRANSFORMACIÓN.


Podría comenzar este post arrojando las siguientes preguntas al aire:
¿Qué es lo que debemos destruir o cortar para que nuestra vida cambie, o para que llegue esa transformación que buscamos en nosotros?
¿A que tipo de cosas, personas o situaciones nos enganchamos?
¿Qué es a lo que nos negamos experimentar o ser?
¿Qué es lo que queremos o necesitamos?
¿Qué cambio debemos hacer para que suceda aquello que queremos?
¿Qué estamos dispuestos a dar para recibir?
¿Nos sentimos atrapados en alguna situación que por miedo o circunstancias no podemos escapar? ¿Queremos revivir a los muertos, incluyendo recuerdos, vivencias y modos de vida que ya pasaron?

Si observamos bien a nuestro alrededor encontraremos muchas cosas que en realidad ya no necesitamos, incluso hasta en ocasiones nos estorban y solo acumulan polvo, quizás es momento en que debamos hacer algo al respecto. Así también sucede en nuestro comportamiento; hay tantos hábitos, manías y costumbres que son innecesarias repetir, que nos traen problemas y que nos hacen acumular capas y capas de “polvo emocional”, y eso nos traerá conflictos impidiéndonos adaptar a todos esos nuevos cambios y ciclos que van surgiendo en nuestra vida.

Hay muchas experiencias que solo nos acompañan para seguir alimentándonos y continuar nuestro camino, otras que las convertimos en una carga pesada, y algunas que considero que son las mas importantes; nos darán la clave que necesitamos para dar ese salto evolutivo y cumplir el verdadero propósito de estar aquí ocupando este cuerpo y este momento en la historia humana; tal información quedara encriptada y viajara con nosotros por mucho tiempo transcendiendo el umbral de la muerte biológica.


D.B.R.R