Imagina que eres una nota musical, si esto te cuesta trabajo, entonces piensa en los acontecimientos que suceden actualmente en tu vida y proyectalos en un sonido o en varios, no importa cual ni el tipo de sonido que escojas, solo que sea un sonido que proyecte o refleje tu situación en como te sientes en este momento. Una vez que lo logres, haz memoria de cómo te sentías hace una hora, el día de ayer, la semana pasada o quizás el año pasado. Te darás cuenta que tus emociones y pensamientos nunca han estado en un solo sitio por mucho tiempo, otras veces esos sentimientos pudieron repetirse mas de una vez y en otras ocasiones hubo cambios súbitos e inesperados y otros en donde simplemente el clímax imperaba en la cumbre de nuestra propia experiencia de vida. Pues todos esas variaciones de matices de energía estable o inestable, pueden entenderse como sonidos, como vibraciones. Ahora imaginemos que podemos acelerar el tiempo y que podemos escuchar esos cambios a una velocidad adecuada para entenderlos. ¿Puedes imaginar o proyectar como ha sido tu propia melodía? O mejor dicho ¿Puedes lograr escucharla? Si escuchaste algo hermoso te felicito, si escuchaste algo que no te gustó no te preocupes ni te culpes, lo importante es que abriste tu conciencia a los sonidos de tu propio tiempo.
Despertemos.
D.B.R.R