LOS GRANDES REPETIDORES.


Al observar al reino animal especialmente las hormigas y las abejas fácilmente nos podemos dar cuenta de lo bien organizadas que están y de lo mucho que se parecen al sistema de sociedad moderna humana. Cada individuo que forma esa colmena o ese hormiguero cumple su deber cabalmente sin dudarlo, pues al nacer ya viene en su código genético o por instinto propio dar la vida por el bien de su comunidad cumpliendo sus tareas casi en automático.

A pesar de que en las escuelas filosóficas se hable del “libre albedrío universal” del cual se dice que toda criatura que al menos pertenezca a este mundo animal está capacitada para ejercerlo ya sea de menor a mayor grado dependiendo la especie, sin embargo al parecer la humanidad ha sufrido una alteración y corrupción directa a su derecho universal de evolución natural mediante su libre albedrío. Este regalo de libertad del cual nace cada ser humano, ha sido siempre manipulado y corrompido con el paso de milenios en generaciones completas, amoldándolo con el fin de atraparlo para siempre en un absurdo mundo lleno de repeticiones, lavados de cerebros, mentiras disfrazadas de verdades, dolor, miedo, presiones sociales, costumbres sin sentido, así como alabanzas y adoración de seres que habitan entre las sombras o dentro de un estado alterno en otra dimensión por lo cual nuestros sentidos aun no pueden captar ni comprender- son los llamados “dioses” que habitan en esos lugares y que de vez en cuando se materializan para hacernos la vida imposible”- Estos son condicionantes que han sido pulidos y trabajados constantemente como si se trataran de un brillante estrategia o táctica militar que para su mala fortuna- (o quizás mejor dicho para nuestra buena fortuna)- ahora cada vez mas millones de personas están abriendo sus sentidos para darse cuenta en que la humanidad ha estado caminando en círculos sonámbula y esclavizada por milenios y milenios, repitiendo el dolor una y otra vez, el miedo y cayendo presa consciente e inconsciente de las estrategias habidas y por haber creadas para mantenernos divididos, descontentos, peleados o dependientes tan solo de unos cuantos que se dicen así mismos nuestros “gobernadores”. 

Y es que a diferencia de las hormigas, el ser humano se supone que usa su inteligencia y su libre albedrío para darle un mejor sentido común a su plano existencial dentro de esta realidad que capta con sus cinco sentidos. Un ser humano que puede y es capaz de dar un giro de timón a su presente, que tiene el regalo de crear algo de la nada, de amar y decidir hacerlo o rechazarlo también, de explorar a voluntad y descubrir y trazar otros nuevos caminos de los que aprendió de niño por sus padres o por la vida, y así podría seguir escribiendo hasta el cansancio sobre todas las bondades y responsabilidades por aprender y poner en practica para tan siquiera visualizar un poco el camino que nos lleve a una evolución que nos ha esperado y que aun nos sigue esperando.

Es nuestra elección también darnos cuenta si escogemos el camino de la repetición y el de representar el papel que otro ya lo ha hecho antes solo que con un color diferente al que pensamos es el mejor pero que al final es lo mismo, pura repetición. El fanatismo y las presiones sociales que muchos inconsciente siguen allí atrapados hacen el trabajo sucio de captar de nuevo a quien decida salirse del rebaño o de la granja en donde la humanidad ha sido atrapada cautivamente.

“La repetición puede ayudar a pulir algo burdo hacia algo hermoso, pero debemos estar  muy alertas pues fácilmente esta podría convertirse en un lastre o en un cepo para mantenernos esclavos de por vida”. 



D.B.R.R