Lo que cae transforma. Como la lagrima que cae y conmueve a quien la admira. Como el agua de lluvia que al caer transforma el color de la hierba. Así cuando algo cae, mueve y transforma lo que hay a su alrededor.
Así en aquellos momentos cuando sentimos que hemos perdido, que hemos sido derrotados y que estamos cayendo, es cuando entramos a la antesala de una transformación o cambio que sucederá en nuestra vida.
No olvidemos que somos como espejos que reflejan lo que existe en nuestro interior y en nuestras decisiones, así de este modo nuestra caída afectara también a nuestro alrededor. Y ya una vez que cuando la caída sea inevitable y que de pronto nos veamos en el suelo, piensa que el momento de la reconstrucción y de la transición te estará pidiendo permiso para entrar y levantarte. Y cuando eso suceda el universo encontrará la pieza maestra que le hacia falta dentro de ti.
Nuestro león interno está despertando, y pronto hará sonar su rugido…
Ya es tiempo de levantarse!!
D.B.R.R.