Ansiamos tener un lugar en esta sociedad, ansiamos respeto, ansiamos el éxito, ansiamos tener y gozar de una vida sin carencias, ansiamos ser poderosos, ansiamos que nos amen y que nos quieran, ansiamos que el resto del mundo se acople a nuestra visión particular que tenemos sobre él, ansiamos salud perpetua, ansiamos paz y libertad, ansiamos tener la familia perfecta, ansiamos tener lujos y lo ultimo en tecnología, ansiamos prestigio y admiración. Y así la vida se nos va ansiando todo el tiempo hasta el ultimo segundo de nuestra vida… y esas ansias las usamos como el combustible de nuestras acciones, esas ansias les ponemos etiquetas como energía de ser positivo, autoestima alta, superación, liderazgo, inteligencia, pro actividad, ser emprendedor y otras que en cinco o diez años inventaremos para sumarle a la lista.
Es increíble todas las ideas que le podemos meter a nuestra mente. Día con día alimentándola con obsesiones, fantasías, ambiciones, deseos y sentimientos de carencias o de querer tener más de lo que tenemos.
La mente en esas circunstancias de saturación tiene un sistema de auto protección que usa para no colapsar en el cual los millones de canales que usa para su expansión finalmente termina por reducirlos a unos cuantos para concentrarse en esos deseos, miedos u obsesiones que atañen a cada persona. Y es así como vamos por la vida llevando día y noche aquella idea o idealización de nuestras ansias. En esa situación nuestra mente termina por limitarse así misma… Eso es lo que quieren que seamos. Eso es el excelente trabajo que han hecho aquellos líderes mundiales que dictan la forma en que debemos vivir o que debemos doblegarnos y jugar sus reglas. De esa manera vamos caminando por este mundo como si estuviéramos cojos o mancos. De esa manera vamos limitados por este mundo como si estuviéramos ciegos de un ojo o sordos de un oído…
D.B.R.R