Era una tarde nublada y dentro de las frías instalaciones estaban reunidas seis personas en un amplio patio. Así que desde un rincón alguien pregunto;
¿Y tu porque estas aquí?
La primera respondió: me trajeron aquí por buscar mi propia felicidad sin la ayuda ni compañía de ningún hombre.
¿Y tu porque estas aquí?
El segundo respondió: yo estoy aquí por defender mis ideales y manifestarme en la plaza pública.
¿Y tu porque estas aquí?
El tercero respondió: yo estoy aquí porque mis creencias religiosas son diferentes.
¿Y tu porque estas aquí?
El cuarto respondió: yo estoy aquí porque mi manera de vestir, el arte que me gusta y mi filosofía sobre la vida es diferente.
¿Y tu porque estas aquí?
El quinto respondió: yo estoy aquí por haber nacido jorobado, con ojos y piernas chuecas y como soy diferente me trajeron aquí.
¿Y tu porque estas aquí?
El sexto respondió; yo estoy aquí por abandonar y dejar morir a un niño…
Al escuchar semejante confesión los demás compañeros dijeron- Pero este es una casa de “locos” no una cárcel en donde están los criminales. El hombre respondió: Todos los días yo estaba ocupado en el trabajo, no tenia tiempo para nada salvo para mujeres buscando su amor y ellas en otros hombres, me volví indiferente y apático, la imaginación y las sonrisas se apagaron lentamente, y a pesar de todo el niño se acercaba a mi y me pedía una oportunidad para jugar con él, pero lo ignore y lo abandone hasta que murió.
Todos se quedaron callados observando como se ahogaba en su propio sufrimiento. Hasta que alguien pregunto: ¿Y quien seria aquel niño fallecido?
Finalmente respondió aquel triste hombre diciendo: ese niño era yo mismo….
D.B.R.R.