“Ahora que estas muerto es tu alma y no tu cuerpo…”-La Barrendera.
Aun no conozco a persona alguna que pueda llegar a recordar con semejante exactitud las imágenes vistas después de morir, y regresar a la vida para narrarlas con tanta consternación que hasta cualquiera que se diga incrédulo dudaría por un momento que la muerte es el descanso eterno, todo hasta que conocí al soldado capitán Erick S...
Conocí a Erick desde que fue niño, desde el primer día que lo llevaron sus verdaderos padres a nuestro orfanato en una pobre y pequeña región del estado de Chihuahua llamada Bocoyna, cerca del río Conchos en el norte de México. En aquel entonces muchos me llamaban Padre o Tata debido a mis actividades altruistas en aquella región. Erick de tan solo dos años de edad ya comenzaba a manifestar su verdadera personalidad la que le daría éxito y respeto en su vida como adulto; la violencia.
Dios me daba fuerzas para poder controlarme y tenerle paciencia al pequeño Erick, aun cuando en varias ocasiones el chico intento abrirles la panza a las gallinas aun vivas usando un cacho de vidrio solo porque una de ellas se había tragado uno de sus dulces favoritos. Sin mencionar las golpizas que les aplicaba a los demás niños de aquel pobre albergue y su extraña colección clasificada por diversos tamaños de cabezas de lagartijas que escondía debajo de su cama. Mis últimos recursos para controlar la violencia de Erick fueron siempre las lecciones de religión y la palabra de Dios. Aunque sabía perfectamente que Erick nunca me escuchaba, me sentía mas calmado al menos por dejar que los demás niños descansaran por unas horas de su abatible violencia cuando lo apartaba de ellos como castigo.
Un día llegaron al orfanato una hermosa joven con esposo cuya sociedad en que se desenvolvían como matrimonio los torturaban a ser pronto padres, sin embargo el destino quiso que en sus cuerpos no encontraran la semilla de la fertilidad por lo que decidieron adoptar al pequeño Erick. Debido al amor y cariño que se tenían a ambos, pensaron que de la misma manera cualquier niño que estuviera a sus cuidados podía darles aquella paz y felicidad que todo matrimonio necesitaba. Erick se fue con sus nuevos padres adoptivos y abandono el orfanato.
No puedo negar que a partir de entonces todo volvió a ser normal en el albergue y de cierta manera la partida de Erick me devolvió una vez más aquella tranquilidad que por muchas semanas o meses llegué a olvidar. Sin embargo ese niño violento fue un caso que jamás se repitió en Bocoyna y por tal motivo nunca más se recordó debido a que ya estaba comenzando a hacer mella en la salud mental de otros niños, y la mía también. Sin embargo yo me mantenía al tanto de aquel niño y de cómo era su nuevo destino con aquel matrimonio de enamorados.
La estancia de Erick con sus nuevos padres adoptivos fue muy breve debido a que cierto día, la joven esposa fue a visitar a su mama para infórmale las buenas nuevas de que por fin eran padres adoptivos, una vez allí acordaron organizar pronto una gran fiesta y la hermosa joven tan emocionada, adelantó su regresó a casa para estar con su amado esposo e informarlo sobre el éxito de haber tomado la decisión de tener a Erick con ellos. Sin embargo su regreso fue mas pronto de lo previsto. Cuando llego a su lujosa casa anuncio su llegada, sin embargo se dio cuenta de que aparentemente nadie la había escuchado entrar, subió a su recamara y descubrió a su marido teniendo relaciones sexuales con una de sus criadas en su cama nupcial. Llena de ira por aquella traición bajo inmediatamente al sótano y tomó un revolver conmemorativo que el ejercito le había regalado a su esposo por ser un brillante militar, cargó el arma y subió de nueva cuenta a la recamara. Ella les disparo asesinando a su marido y su amante para posteriormente poner el cañón en su boca y suicidarse. Erick, el cual espiaba a su padre mientras fornicaba a través de una pequeña ranura oculta en la pared de la recamará, presencio como la sangre salpicaba las paredes por todos lados.
Aquel crimen pasional muy pronto se hizo noticia captando la atención de muchos medios especialmente por haber dejado a un niño desamparado ante la muerte de su única familia en el mundo. Sin embargo debido a que el padre adoptivo de Erick era un respetado militar, podría ensuciar el prestigio de la milicia de aquel entonces por haber sido involucrado en un crimen pasional, así que el ejercito decidió acallar aquella noticia y darle asilo al niño para así poder tapar todo tipo de información y para mantener apartado al único testigo; el pequeño Erick.
Así que el ejército comenzó a darle educación y una formación militar dentro de una guardería designada para algunas mujeres que trabajaban para la milicia.
Sin familia y sin ningún lugar a donde ir, con los años el niño nunca se separo de los planteles y estuvo bajo un estricto régimen militar el cual marco su destino o quizá encontró en aquellos muros su verdadera vocación; ser soldado igual que su padrastro.
Pero para Erick ser soldado no significaba el orgullo de proteger a su patria sino que usaba aquella profesión para encausar su violencia interna que fue reservando con el paso de los años para sus futuras victimas. Sin embargo dentro de la milicia Erick siempre se comporto como un soldado modelo, siempre disciplinado, listo, dinámico y muy capaz. Pronto se gano el respeto de todos por su valor y liderazgo así como por sus buenas calificaciones en todas las pruebas que allí le imponían. Aquel niño prodigio como así le llamaban algunos comenzó pronto a ganarse la admiración de varios altos cargos.
El éxito y capacidad de Erick como militar fue tal que no tardo mucho en ser un elemento importante en futuras misiones.
Aun no me explico como un niño depredador y golpeador de animales lograba ser todo un modelo a seguir en la milicia.
A pesar de todo, siempre recé por él y al parecer el milagro de que Erick recapacitara y regresara al buen camino por fin se había cumplido. ¡Gracias Señor! Con eso terminaba mi oración con la que pude encontrar descanso aquellos noches.
Sin embargo cual fue mi decepción al descubrir las verdaderas intenciones de aquel niño prodigio.
La mayor parte de las misiones de Erick fueron buscar, capturar e interrogar a los líderes insurgentes que movilizaban tropas al suroeste de México. Él amaba la tortura y aprendió con mucho gusto las técnicas secretas de tortura que usaba la mafia Rusa para obtener lo que buscaban. Pronto decenas de arrestados, muertos y desaparecidos sumaban a la cuenta de aquel niño prodigio. Su crueldad para saciar su sed de sangre y dolor se vio incrementada al reprimirla por tantos años mientras alcanzaba un grado superior para poder operar con suma libertad. En muchas ocasiones él mismo elegía los objetivos y no solamente buscaba grupos rebeldes sino también gente inocente de algún olvidado poblado para someterlos a todos al yugo de su brutalidad personal. El niño prodigio siguió siendo un depredador como aquel entonces, solo que ahora tenia licencia y toda la protección del estado para seguir dejando caer el martillo de su violencia contra seres inocentes.
Un día sus tropas planearon un toque de queda en algún poblado llamado Las Rosas en el estado de Oaxaca, ellos buscaban a un grupo de rebeldes supuestamente escondidos en aquella pobre región. Sin embargo la falta de tacto y de conocimiento de aquel lugar fue su peor error táctico. Aquel aislado poblado carecía de muchos recursos y debido a ello todos los habitantes estaban unidos en una especie de cofradía. Al percibir la presencia de los militares siguieron las órdenes del toque de queda como se había impuesto y todo mundo se guardo en sus casas. Sin embargo los militares nunca sospecharon que la mayoría de los habitantes escondían armas en cada uno de sus hogares para un futuro golpe de estado contra el gobernador de aquel entonces. Así que ante tal amenaza anticipada, los pobladores comenzaron a movilizarse y a disparar a todo militar que se cruzara en su rango. Así todos los habitantes desde sus casas aniquilaban uno a uno a las tropas del capitán Erick.
Su alto rango que tenia Erick le permitía estar ausente físicamente en terreno de combate, pero él insistía en estar personalmente allí para poder liderar a sus tropas y obtener el éxito asegurado, la verdad es que a él le gustaba ver la sangre brotar de cuerpos que caían fulminados con sus armas. Mientras tanto Erick ya se encontraba inmerso en un terrible tiroteo entre civiles y soldados. Uno a uno sus soldados caían y la frustración por verse superado por vez primera en el campo de batalla crecía a tal grado que emitió un feroz grito de rabia y de esa manera alguien pudo detectarlo atizándole varios tiros en brazos y piernas haciendo que el legendario Erick perdiera el equilibrio cayendo de bruces mientras se desangraba poco a poco. Después de menos de una hora de escuchar ráfagas de rifles y estruendos de granadas llego la calma y también la puesta de sol. Nadie salía a la calle y nadie hablaba, era una calma sepulcral que cubría todo el lugar con aroma a pólvora y humo, solo los ladridos y aullidos de algunos perros en calles aledañas se podían escuchar a lo lejos. De pronto un extraño silencio, los perros se callaron y lo único que se escuchaba alrededor era el sonido de una escoba al barrer, una y otra vez.
Erick de pronto abrió los ojos y recordando que recibió diversas heridas en su cuerpo las busco inmediatamente pero no encontró nada, él se vio allí parado sin ningún dolor y sin sangre, también vio a sus demás compañeros allí parados en donde se suponía que fueron abatidos, todos estaban viéndose incrédulos unos a los otros, sorprendidos por seguir aun vivos y sin ninguna herida en sus cuerpos a pesar de haber caído ante el enemigo. Sin embargo el sonido de una escoba se acercaba mas y mas, lentamente pero con fuerza. Erick no podía comprender como alguien después de aquella masacre podía salir a las calles a limpiarlas hasta que contemplo a lo lejos la abominable figura de aquella barredora de oscuros cabellos largos que se acercaba asiendo su escoba cada vez mas cerca y mas cerca. De pronto Erick comenzó a sentir su cuerpo cada vez más pesado hasta que no pudo contenerse y cayo desplomándose al suelo, muchos quienes estaban delante de él también cayeron al piso de la misma forma salvo algunos que inexplicablemente seguían moviéndose libremente allí parados sin que aparentemente les afectara su peso en absoluto. Erick no podía entender nada de lo que estaba pasando, sin embargo no perdía de vista a la barrendera que se acercaba lentamente a todos ellos. En ese instante su espanto creció súbitamente al ver como su escoba mutilaba los cuerpos de cada uno de su compañeros caídos al barrer sobre de ellos, los horribles gritos de dolor de aquellos desdichados le taladraban sus tímpanos. Inesperadamente la barrendera detuvo su labor de exterminio para mirar con sus profundos y negros ojos a Erick, dirigiendo su andar lento y pausado en dirección hacia él. Ya estando muy cerca, la barrendera levanto su instrumento de muerte, sin embargo antes de poder realizar el primer movimiento fatal, tres de los soldados que estuvieron moviéndose todo el tiempo en libertad y que eran fieles a Erick la sujetaron firmemente para que su líder pudiera librarse de aquella violenta muerte. La barrendera realizo un fuerte movimiento brusco y aparto de ella a sus captores, asió de nuevo su arma mutiladora y le dejo ir el primer tajo al cuerpo de Erick. De pronto se escucho un horrendo grito de dolor al tiempo que la sangre salpicaba por todas partes, rodaban varios pedazos de carne y hueso destazados al azar, de repente otro grito mas se escucho y otro mas, se trataba de aquellos soldados que se sacrificaban interponiéndose ante ella para salvar a su líder. Erick aun sin poder moverse debido al inexplicable sobrepeso que lo mantenía prisionero sobre el piso, presencio como sus devotos soldados morían cruelmente delante de él para protegerlo.
La barrendera emitió un horrendo bufido después de haber acabado con aquellos inocentes, ahora sus ojos se tornaban rojizos mientras se sacudía violentamente como si sufriera de espasmos. Después se mantuvo inmóvil y habló; ahora que estas muerto es tu alma y no tu cuerpo lo que destruyo, solo vengo por gente violenta como tu para destruirle lo poco que le queda. En ese momento la sangre esparcida de aquellos soldados que fueron mutilados frente a el para protegerlo comenzó escurrirse por el piso cubriéndolo casi por todo el cuerpo, entrando también por ojos y boca. De pronto el capitán bañado en sangre pudo moverse y se levanto súbitamente del piso, presa del pánico al ver a la barrendera en frente de él, huyo desesperado dejándola atrás mientras corría alejándose de ella.
Sin saber cuantos kilómetros anduvo sin detenerse el capitán se desmayo debido a sus heridas de bala y al cansancio. Poco mas tarde fue encontrado por una unidad de soldados que acudieron como refuerzos ante el aviso que se dio durante el enfrentamiento entre ellos y los civiles. Al verlo mal herido pidieron auxilio medico y en breve un helicóptero ya estaba en la zona para llevarlo urgentemente a un hospital.
Al haber perdido mucha sangre Erick se debatía entre la vida y la muerte, sin embargo los médicos pudieron estabilizarlo dejándolo en un estado de salud muy delicado. En cuanto pudo recobrar el conocimiento lo único que el capitán exigía era poder ver su antiguo Tata, es decir a mí. Así que posteriormente me llego un aviso oficial en donde me informaban en que condiciones estaba Erick y salí enseguida con destino al hospital para verlo.
Y allí me mantuve sentado a su lado, muy consternado al escuchar lo que fue el último relato que pudo contarme en vida. Recuerdo sus últimos momentos cuando Erick me miro y pude ver sus ojos llenos de horror suplicándome ayuda y advirtiéndome del peligro inminente que corría su alma cuando regrese una vez más al mundo de la muerte. Por un momento pensé que se trataba de un agudo padecimiento nervioso debido a tanta violencia que hubo a través de su vida o a la situación actual de salud en la que se encontraba, sin embargo unas lagrimas que caían de sus ojos las cuales nunca antes habían sido vistas por nadie me dieron aviso de que por vez primera el pobre soldado estaba realmente aterrado y arrepentido y de que no existe consuelo alguno entre los seres humanos para aliviar semejante angustia en el corazón de un hombre violento por haberse acercado un poco a la entrada del mundo de los muertos.
FIN.