LOS CELOS.

He visto como mi ex pareja le escribe comentarios sexuales a otro hombre físicamente más atractivo que yo, y me sentí celoso. Celoso de no ser tan atractivo, de no tener su atención de ella, de que ella sienta deseos sexuales por otra persona. Sin embargo al final de cuentas ya no tengo el derecho a reclamar nada porque al final somos libres de pensar y hacer lo que queramos cuando ya no existe un acuerdo o un vínculo que pueda unirnos sentimental o fraternalmente como pareja en monogamia...

Los celos están presentes en toda la vida de los seres humanos. Es difícil no escapar a ellos ya que al parecer llegan en los momentos menos oportunos.
La inseguridad y el deterioro de las relaciones hacen reaccionar a las personas ante la amenaza de perder a tu ser querido.

En psicología existen muchas explicaciones a cerca de los celos y el proceso que experimenta cualquier ser humano que se desenvuelve dentro de un sociedad o en un momento específico de su vida ante ello. Hay quien opina que es un sentimiento normal y natural como la risa y la tristeza. Sin embargo el problema es cuando los celos se mezclan con la personalidad y el comportamiento y temperamento de cada persona.

La violencia y la depresión muchas veces pueden causar grandes cicatrices en las relaciones personales cuando se les agrega una dosis de celos.
¿Pero hasta que punto una persona puede determinar si realmente vale la pena sentir celos por alguien? Quizá la respuesta es propia de cada quien dependiendo el grado de afecto o amor que existe en el vinculo ante la amenaza de un tercero que pueda romper ese equilibrio o vinculo afectivo.

Incluso cuando se trata de una ex pareja que ya no tienes ningún trato a comunicaron y te enteras que disfruta la imagen y compañía de otra persona más atractiva muchas veces llegamos a sentirnos celosos.

Pienso que los celos forman parte de un impulso primitivo de supervivencia que nos indica que debemos pelear y demostrar en el caso de los hombres quien es el macho dominante. Pero estamos hablando de seres humanos, los cuales tanto hombres como mujeres en una civilización y cultura democrática todos tienes derecho a decidir con quien estar y el modo en que lo hacen.

Todo eso me hace pensar que aun mantenemos nuestras conexiones neuronales con aquel vinculo primitivo de supervivencia como los celos. Ese instinto tiene que ver en cómo nos relacionamos socialmente y sexualmente con individuos de nuestro círculo social, haciendo una mezcla de ello cada vez mas y mas compleja. Los celos.

A veces pienso si vale la pena considerar los celos como unidad de medida para evaluar el cariño o amor que tienes hacia una persona en específico cuando alguien se interpone, por cierto muchas personas así lo miden. También muchas personas les gusta provocar celos a sus parejas cuando llegan a un punto en donde piensan que la relación se convierte en monótona o con falta de dinamismo e interés. No se si sea muy adecuada o asertiva aquella estrategia para recuperar el interés mutuo ya que entonces el dialogo, la confianza, la decisión y la determinación de expresar lo que cada uno de los integrantes de la relación necesita se pierde o se llega a confundir.

Creo que existen otras formas de descubrir si tu pareja aun te quiere o te desea sin lastimarla o llegar a confundirla. Los celos para mi solo confunden y matan lentamente.

Y dime: alguna vez has sentido celos?

D.B.R.R

VALVO BIGALO "Asesino de Insectos "




D.D.R.R

VALVO BIGALO "Maquina de Guerra"




D.D.R.R

SALIR POR LA PUERTA GRANDE.

Esta frase no la conocí hasta que renuncie a mi último empleo. Esto me hizo reflexionar que para muchas personas o sociedades es mas importante el como cierras una relación; es decir, el modo, la cortesía, la atención y el gracias por todo. Parece ser que eso es mas importante que lo que viviste y desarrollaste mientras duro la relación.

A muchas personas no les importa mucho lo bueno o lo malo que se vivió en esa relación, sino como acabo todo en el último momento, como fue la despedida y el modo en que se fue.

Como especialista en crear desastrosas despedidas o finales en casi todas mis relaciones sociales, me doy cuenta que salir por la puerta grande como así le llaman a terminar bien cualquier relación, es para mi un arte que solo en la TV he visto y que cuando lo he intentado en la vida real hay muchas lagrimas y tristezas de por medio. En mi experiencia personal he tenido muy escasos finales felices. Tal vez el miedo al cambio y a la resignación puede ser una clave para comprender mucho de ello.

Todo esto me hace pensar que muchos de nosotros hemos crecido sin ninguna idea de lo que es cerrar ciclos o de terminar una relación lo mas sanamente posible. Cuando tenemos planeado terminar una relación cualquiera que sea, la ética y los valores de cada persona implicada en ello juegan un papel muy importante. Muchas veces no queremos lastimar a otros con las decisiones o actitudes que tomamos al término de la relación, pero en muchas ocasiones tenemos que hacer lo que hay que hacer. Tiempo después de ello, tenemos que trabajar en cerrar ese procesos para aceptar y dejar todo lo que ya no nos corresponde o que no puede continuar con nosotros.

Conozco muy bien ese vacío que se siente cuando de repente pierdes algo sin ni siquiera la oportunidad de preparar la despedida, quizá por ello muchas personas necesitamos ante cualquier cambio una despedida o un hasta luego de todo lo que se vivió para seguir sin preocupaciones una nueva etapa. Quizá eso sea la solución a muchos malestares sociales.

Al parecer cerrar ciclos conlleva un proceso terapéutico. Sin embargo en todo cierre siempre perdemos y ganamos algo ya que después de ello nunca volvemos a ser como antes.

Y dime; alguna vez has cerrado algún ciclo?

D.B.R.R

CREADOR DE LA REALIDAD.

En estos últimos días he llegado a una conclusión que pudiera explicarme la clave de la existencia humana o al menos la mía.

No quisiera ser presuntuoso ni farolero al escribir lo siguiente; es un pensamiento que me llena de júbilo y verdadero poder cuando lo hago llegar a la profundidad de mi conciencia. La siguiente frase que expongo es lo que me permitió poner pie firme en esta vida: “somos como dioses (en caso de que existieran), porque tenemos aquello que es y será por siempre lo mas poderoso que hay en la vida, el poder DECIDIR, porque somos los creadores de nuestra realidad”.

La decisión es la clave de todo lo que nos sucede y de lo que aceptamos o negamos, de lo que vemos, de lo que sentimos, de lo que pensamos, de lo que hacemos, de lo que leemos, de lo que escuchamos, de lo que vivimos y de todo lo que creamos y de lo que creemos. De todo. Incluso hasta cuando tenemos un mal día, nosotros decidimos tenerlo o no tenerlo, de estar o no estar allí, y quienes piensen que todo fue inevitable quisiera decirles que solo basta una decisión para que cambien toda su realidad por muy difícil que así parezca.

Hoy quizá existan muchas cosas que no podemos cambiar debido a que pertenecen a nuestra naturaleza o configuración de ADN, así nacimos. Pero aun cuando las limitaciones físicas aparezcan, el poder de las decisiones que tomamos tiene mayor trascendencia que el físico con el que nos toco nacer.

Cuando somos concientes de que nuestra realidad corresponde a las decisiones que hemos tomado quizá pudiéramos estar más cerca de comprender aquella misteriosa clave que es la felicidad.

Y dime; tienes el poder de decidir?

D.B.R.R