Enfrentarse a lo que nos ata, a lo que nos reprime y a lo
que no nos deja ser tal y como somos suele ser un episodio con fuertes cargas
emocionales, porque el sueño de la libertad estará lleno de obstáculos, de
puertas falsas, de falsos amigos y profetas, y es que hay cosas que solo en la
complicidad de nuestra alma podemos superar y resolver. No importa que las
cosas se hayan salido de nuestro control, hicimos lo mejor que pudimos con los
recursos y herramientas que teníamos a la mano, pues hay un dicho que dice: “No
hay mal que por bien no venga”.
D.B.R.R