Se dice que es necesario por lo menos 10 abrazos cada día, al menos así lo dicen los cardiólogos cuyas investigaciones afirman que disminuyen el riesgo de un infarto.
Es interesante comprender que dentro de la cultura que nos desenvolvemos la muestra de afecto en muchas familias es escasa o nula, de hecho es una realidad que muchos niños mexicanos crezcan hasta llegar a ser adultos sin ninguna muestra de cariño hacia ellos. Claro que esto acarrea consecuencias nefastas en el temperamento de aquellas personas.
Existen distintas formas de abrazos, desde los abrazos “apapachadores”, calidos, fuertes, suaves, lentos, con palmadas, efusivos, de tristeza, de apoyo, en fin. Cada persona le da un toque diferente dependiendo sus sentimientos y emociones hacia quien los recibe. Sin embargo lo interesante de ello es que a pesar de que los abrazos son muy saludables, reconfortantes y además son gratis, no son muy comunes de ver en todos lados, estos son comunes en los ambientes de suma cotidianidad entre personas conocidas como oficinas, hogares o cuando llegan visitas o amigos que hace tiempo no se han visto.
En lo personal creo que todos los seres humanos salvo quienes tengan problemas mentales les agradan los abrazos y quizá muchos necesitan que alguien los abrace. Y cuando lo haces es muy interesante observar sus reacciones, son muy variadas y a veces inesperadas, regularmente se quitan la armadura que llevan consigo para volver al menos por un momento a ser otra vez un ser humano sensible y abierto. Créeme el abrazar a una persona es una de las mejores experiencias sociales que puedas vivir y a quienes se los dediques podrías no solamente enriquecer su vida sino también salvársela ya que muchos van por allí tristes y mudos, ahogándose solos pidiendo a gritos que alguien se acerque para abrazarlos.
¡Anda y busca cualquier pretexto para abrazar y si encuentras a una victima abrázala una y otra y otra vez!!
Y dime; ¿como te gusta que te abracen?
D.B.R.R