EL VIDEOJUEGO Y YO.

Hoy en día es muy común ver estos aparatos inmersos en los hogares. Y mas ahora que el sedentarismo esta siendo cada vez mas y mas el mejor compañero de los niños, jóvenes y adultos. Sin embargo estas consolas puede que se le den casi el mismo respeto y el lugar tal como si se tratara de un miembro más de la familia. Pero como no darle ese privilegio, cuando puedo ganar una copa mundial, o un torneo de peleas callejeras, o salvar el mundo de una catástrofe nuclear, o simplemente deambular con mi armadura y mi espada buscando un pueblo para asesinarlos a todos… esto y mas se puede vivir con la experiencia del video juego.

Como no prender mi consola, poner el juego y tomar el control de mi nueva vida, de ser quien no soy, de hacer lo que ni en sueños haría, de tener el respeto y la gloria que jamás tendré, el dinero, las chicas, el poder. Ser un héroe y nunca morir, y cuando llego a fallar solamente basta con volver a cargar la partida , corregir el error y tomar venganza y después de un tiempo salvar mi progreso para tomar mis cosas y salir a cumplir mi aburrida jornada de trabajo...

Y sin embargo, hay quienes los odian y quienes ni siquiera saben de su existencia y otros les son indiferentes… pero quienes se han dejado atrapar por la magia que hay en esas escenas y esos colores creados por bits saben que siempre hay un momento para concluir esa misión y derrotar a ese jefe que tantas ampollas nos ha hecho en los dedos… el mundo exterior simplemente puede esperar.

“Descubrí que podía estar en paz y tranquilo solo en las madrugadas, cuando toda mi familia dormía. Momentos de paz comenzaban a la media noche, junto con mi consola de videojuegos. La música de los juegos era mi consuelo…”

D.B.R.R