Volver a ver mis propias manos hace tiempo que dejó de ser la misma
experiencia de siempre. Ver de nuevo la imagen que reflejo a través de un
espejo, a veces se mezcla con la idea de que se tratase de un sueño o una
simple ilusión.
Las sensaciones y todo aquel estimulo del exterior se transforman en simple
experiencia. Lo que hago después con todo eso, se transforma en aprendizaje,
decidir usarlo o no, dependen de la sabiduría.
¿Quién controla a quien? – me pregunto.
¿Mi cuerpo me controla, o soy yo quien controla mi cuerpo? – Pero espera
un momento; ¿Entonces quien soy yo?- Algo que no nace y que no muere, es la
respuesta que tengo. Algo que tu corazón ha explicado con paciencia a la inquieta
e impaciente mente.
¿Solo es un traje o un vehículo este muñeco y que algún día dejara de
funcionar? Lo es.
¿Qué haré entonces con el? - No te preocupes por ello, es solo un préstamo,
una herramienta, un vehículo para que llegues a donde tengas que ir.
¿Y que hago con todo este dolor que sale de el? Es parte de este viaje.
Un viaje que las personas con valentía se atrevieron a experimentar en
este momento, un viaje que por muy doloroso o placido que sea, será algo breve,
un palpitar o un suspiro. Ser feliz o no serlo no depende del tiempo, sino de tí,
de tu elección que hagas.
Mi eterna gratitud y amor para Carmen Esquivel. Que en paz descanse.
D.B.R.R